PREFACIO Moriré, es una certitud, no hay escapatoria, nunca la hubo. No merezco morir, pero tampoco vivir. Mi vida desde el principio ha sido un terrible error, una maldición, y creí que mi muerte sería la única forma de remediarlo, pero estaba equivocada. Todo comenzó cuando era pequeña, mi tío, Sam, me contó que mis padres murieron poco después de mi nacimiento; nunca me explicó cómo, y tampoco se lo pregunté. Durante mucho tiempo ignoré el tema sin hacerme preguntas, hasta que un día la realidad de sus muertes me impacto: jamás volverían, nunca los conocería y lo peor de todo es que no me habían llevado con ellos. El rencor que sentí hacia la vida, mi vida, se volvió tan profundo que no la quise más. Irremediablemente he pensado que la vida no valía la pena de ser vivida y muchas veces me he preguntado el sentido del vivir y del morir. Sin duda alguna, pensaba que la vida encontraba su significado en la muerte, inclusive llegué a pensar que la coexistencia de la vida y la muerte e
De los pocos que sabían tratar con los pueblos musulmanes, estos enigmáticos y disciplinados templarios. Buen ingrediente para tu libro.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Igor, viniendo de Usted es todo un gusto!
ResponderEliminarVivo un dia a dia con la tecnnologia, soy una persona sensible que por circunstancias de la vida vivo atado al modernismo, pero hay veces que la vida te presenta con personas que causan un gran impacto en nuestras vidas desde el primer momento, por sus intereses, por sus habilidades como esta obra que me tiene impresionado, por su perceverancia o talvez tan solo por esa primera mirada y esa sonrisa, Tiff nunca dejes de creer en tus sueños porque si no te has fijado han dejado de ser solo sueños para convertirse en una realidad.. :)
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